la catástrofe continúa

Si con el vuelo no habíamos tenido suficiente, al llegar a Manhattan las catastróficas desdichas continúan. El taxista que nos llevó al apartamento nos timó (nos vería cara de tontos) y nos cobró algo más de lo que podríamos haber pagado. Al llegar al apartamento, nos recibe un tal Brian con unas pintas un tanto sospechosas (había estado viendo la tele encima de nuestra cama mientras nos esperaba) y nos dice que faltan toallas y que pronto las traera. Cobró y se fue, dejándonos la oportunidad de descubrir todo lo que faltaba por ver. El apartamento grande lo que se dice grande, no lo es. Tenemos un cuarto de baño para diminutos, dos habitaciones y la cocina. Pero no teníamos internet, se escucha TODO el ruido de la calle, se escuhan ruidos raros de tuberías, se escucha un maldito pitido que canta cada 5 minutos... en fín, decidimos que pasaremos el mínimo tiempo posible aquí dentro.

Después de cenar en el Mc Donald's (para dar la bienvenida al país) nos volvemos a nuestra nueva casa a dormir unas cuantas horas que estamos muyyy muyyy cansados. ¡Ah! ¡por cierto! Hace frío, mucho frío, y las calles están nevadas por lo que si eres novato como nosotros puedes sufrir varios resbalones con intento de caída :D
La hamburguesa XXL del Mc Donald's es un falso mito, son igual de pequeñitas que en España y el resto del mundo jeje.